Mientras Anna Juan narraba detalles de muchísimas obras, clásicas y modernas, tuvimos la oportunidad de tener entre nuestras manos los álbumes ilustrados de los que nos hablaba. Pudimos pasar sus hojas, disfrutar de sus particularidades, colores, formas, de su tacto y sus historias. Así, como si la propia charla fuera un álbum ilustrado, llegó a nosotros a través de todos los sentidos.

El viernes 26 de mayo, en la Biblioteca Xavier Benguerel de Barcelona, asistí a dos charlas muy interesantes sobre álbum ilustrado. La primera a cargo de Anna Juan y la segunda del ilustrador Ramón París.

En este artículo voy a pasarte mis apuntes de lo que contó Anna Juan sobre la importancia de la materialidad en la composición narrativa del libro ilustrado. La materialidad del libro ayuda a construir las historias.

He de decir que no hablo catalán (todavía), por lo que aunque puse toda mi atención y toda mi buena fe, puede que se me escapara algún detalle o que lo entendiera mal. Mis disculpas de antemano si es así.

La página del álbum ilustrado

La página es el elemento escénico de la ilustración y el texto. Sophie Van der Linden, escritora y experta en literatura infantil y juvenil, es autora del libro ‘Álbum[es]‘.

Ella cree que el libro es un todo, influyen el tipo de papel, las guardas, la técnica, el estilo, las relaciones entre imagen y texto, el punto de vista, el ritmo y, por qué no, el juego y hasta la teatralidad y el cine.^[1]

También podrás encontrar información en la revista Peonza. Acompaño un enlace, pero siento decir que a esas alturas de la charla todavía no me había hecho con el idioma. Sé que hizo la mención y te dejo el dato por si te resulta de utilidad.

La forma del álbum como motor

El primero que se planteó esta materialidad como desencadenante de la historia fue Peter Newell. Por ejemplo, ‘El libro inclinado’ tiene forma de paralelogramo, lo que da velocidad a la historia.

En él, cuenta la aventura de un bebé montado en su cochecito que baja una calle a toda velocidad. Las ilustraciones siempre están en la página derecha, por lo que la forma del libro hace que se inclinen y nos muestra el rápido descenso del carrito.

Utilizando la materialidad del libro, el autor borra las barreras con la realidad. Otro ejemplo del mismo autor es ‘El libro del cohete’, en el que un chico enciende un cohete en el sótano de un edificio. El cohete rompe el techo y atraviesa todos los pisos, mostrando escenas cotidianas. Todas las páginas tienen un agujero real, por el que entra el cohete en la historia.

Todos los recursos al servicio de la historia… excepto la letra

Uno de los primeros que se paró a pensar en los elementos que constituyen el libro fue el artista y diseñador italiano Bruno Munari. En la década de los cincuenta, creó unos pequeño libros que denominó ‘Libros ilegibles‘. La primera edición se publicó en una carpeta. En ellos utiliza todos los recursos de los libros (formas, colores, texturas, composición, etc.) excepto las letras.

Por si tú tampoco los conocías o no has tenido ocasión de hojear uno, te dejo un vídeo.

Más adelante creó los ‘Prelibros‘, dirigidos a un público que aún no ha aprendido a leer. La historia avanza por la composición del libro y para ello se ayuda de troqueles, solapas, colores…

(Imágenes procedentes del blog miraquecosa.wordpress.com)

De esta experimentación, también nació el álbum ilustrado ‘Nella nebbia di Milano’ (En la niebla de Milán), clásico que no podía faltar y que aunque había visto fotografías de él, nunca había tenido un ejemplar en mis manos.

Nos comentó Anna Juan que el texto es únicamente sugestivo, Munari narra la historia completa con las páginas. Utiliza papel de seda para transmitir profundidad. El lector va por las calles de Milán hasta llegar al circo. Entonces las páginas son de cartulinas de colores muy vivos. Utiliza tinta negra para escribir sobre ellas y troqueles. Una vez abandona el circo, el lector vuelve a las afueras de la ciudad.

      

Libros juego

Según Munari, el libro puede ser un contenedor de sorpresas que aprovecha recursos del lenguaje gráfico. Convierte a los niños en lectores activos, puesto que en ellos el juego es inseparable de la lectura.

En ‘Toc toc’, la cubierta simula una puerta. A lo largo del cuento, repite la misma estructura en la que en cada página va apareciendo un animal cada vez más pequeño al lado de otra puerta a su vez más pequeña. Asimismo disminuye el tamaño de la página.

    

Aunque no pasó por mis manos, vi cómo se desplegaba en las de Anna Juan el álbum ilustrado ‘Una pierna‘, de Grassa Toro y Arnal Ballester. Llamó mi atención tanto por la premisa de la historia como por su estética y la revisión del clásico Juego de la Oca al servicio de la narración. Es un libro que puede leerse, pero también se convierte en un tablero de juego muy parecido al de la oca.

Con ‘Abre este pequeño libro’, escrito por Jesse Klausmeier, Suzy Lee homenajea con sus ilustraciones a Bruno Munari contando historias de animales cada vez más pequeños.

La doble página

En ‘La ola’, ‘Sombras’ y ‘Espejo’, Suzy Lee utiliza la articulación de la doble página como ingrediente básico en la construcción de la historia. Al abrirlo, el álbum se duplica y entramos en el viaje de la niña protagonista de forma física.

Texturas

El ‘Animalario universal del profesor Revillod’ tiene la forma de un cuaderno de notas de un zoólogo o un aventurero del siglo XIX y la portada imita una publicación científica. En su interior, las páginas están cortadas en tres partes, lo que permite componer 4.096 animales exóticos diferentes, cada uno con su descripción.

Las ilustraciones imitan los grabados que incluían los libros de zoología antes de que existiera la fotografía.

Tiene mucha más miga y todos los detalles están muy cuidados, te recomiendo que consultes el artículo que he enlazado en el título de la obra. Tal vez podría parecer un listado de animales irreales, pero me pareció  una propuesta que despierta la imaginación del lector.

En ‘La casa de los cubos‘, el protagonista es un anciano. Vive en una ciudad que se inunda una vez al año. Cada vez que esto sucede, todos los habitantes construyen un nuevo piso encima de su casa, abandonando la estancia anterior para ocupar otra por encima del nivel del agua en el piso superior.

Utiliza acuarela y colores suaves que nos sumergen en ese mundo de recuerdos. Para aumentar la sensación de imprecisión, tanto a nivel visual como táctil, utiliza páginas mate.

Está basado en el siguiente corto de animación:

Medidas y formatos

Antes se utilizaba el tamaño aproximado DIN-A4, que bien podía estar en vertical o en horizontal. Actualmente las medidas están al servicio de la narrativa. Por ejemplo, el ‘Animalario universal del profesor Revillod’, imita la libreta de un naturalista, por lo que su tamaño es pequeño y además está encuadernado con espiral.

‘El álbum de Adela‘, de Claude Ponti, en cambio es muy grande, tanto que es imposible ver toda la ilustración de una vez.

Al abrirlo, entras en un lugar misterioso que tienes que descubrir poco a poco. Contiene la representación de las primeras formas del niño; primero las páginas tienen pocos dibujos y según avanzas, cada vez tienen más.

‘La ola‘, que ya he mencionado antes, es horizontal, como el horizonte.

 Madlenka, de Peter Sis es cuadrado; en él, el personaje realiza un viaje circular que es una vuelta a una manzana de cualquier ciudad. En ese viaje habla con personas que proceden de muchas partes del mundo.

El autor utiliza dos tipos de ilustraciones: primero, doble, más adelante nos señala en la página izquierda los edificios que ya ha visitado. El lector debe girar el libro para dar la vuelta a la manzana, haciendo así el movimiento circular. Es el mapa mental que se hace Malenka.

Encuadernación y formato

‘Migrar‘ es un álbum ilustrado creado por José Manuel Mateo (texto) y Javier Martínez Pedro (ilustración) que narra el viaje de un niño que emigra desde Méjico hasta Estados Unidos. Es un homenaje a quien consigue llegar.

Las páginas están hechas de papel amate, que fue utilizado por las culturas antiguas americanas como la maya. También rinde homenaje a la pintura mural mejicana; se despliega y solo hay una ilustración que se lee de arriba a abajo.

Esta forma de narrar continua nos habla de lo diminuto de manera eficaz; convierte a los migrantes en seres invisibles y nos muestra todas las dificultades por las que tienen que pasar.

No dispongo de fotos del interior, así que de nuevo te aconsejo que entres en el artículo que he enlazado en el título del libro (tanto por las fotos como por la información).

La Coleccionista y la biblioteca.

Anna Juan habló de otros muchos álbumes ilustrados y de los detalles que los hacen especiales. Nos acercó un poco más a ellos y ayudó a comprender su complejidad. Este post es solo una selección de lo que dijo y una parte muy pequeña de lo que ella sabe. Si quieres aprender más, de estos y otros álbumes, aunque he incluido algunos enlaces a su blog a lo largo del artículo, te recomiendo que lo visites: La Coleccionista.

Para terminar y sin ánimo de ser pelota, también me gustaría agradecer a la Biblioteca Xavier Benguerel la organización del evento. Cuando llegué, me llamó la atención que un viernes por la mañana se hubieran reunido más de cien personas para oír hablar de literatura infantil. Cuando terminó, lo entendí. Fue una mañana estupenda. Repetiré.

Álbum[es], de Sophie Van der Linden [1]