¿Qué tienen en común Jumanji y Polar Express? ¿Sabías que ambos nacieron como álbumes ilustrados de la mano de Chris Van Allsburg?
Cómo surgen las ideas
Chris Van Allsburg es uno de los creadores de álbumes infantiles más importantes del mundo. Podría hablar de su trayectoria, de sus premios… pero en esta ocasión me quedo con el proceso creativo de tres de sus obras más famosas: Jumanji, Los misterios del señor Burdick y Polar Express.
Para Chris Van Allsburg, las historias empiezan en forma de fragmentos de dibujos en su mente. Después, crea la trama haciéndose las preguntas; «¿Y si…?» o «¿Y luego…?
Sus dibujos siempre tienen una naturaleza misteriosa. Logra este efecto valiéndose de estrategias artísticas de perspectiva, luz y punto de vista.
Pero, ¿de dónde salió Jumanji?, ¿en qué se inspiró para crear Polar Express?, ¿son tan misteriosos los misterios del señor Burdick o lo son más aún?
Jumanji
Aunque puede que no nos suene mucho como libro ilustrado, todos lo conocemos como película protagonizada por Robin Williams (se ha estrenado hace unos meses nueva versión que poco tiene que ver con el original). Para escribir este álbum ilustrado, Chris Van Allsburg comenzó preguntándose: «¿Qué pasaría si dos niños aburridos descubrieran un juego de mesa? ¿Y si el juego cobrara vida? ¿Qué ocurriría después?
Le gusta mezclar elementos que normalmente no vemos interactuar. Por ejemplo, todos hemos estado en un comedor y todos hemos visto rinocerontes pero, ¿alguien ha visto rinocerontes en un comedor?
Al final del álbum, Peter y Judy, los protagonistas, ven por la ventana cómo otros dos niños huyen con el juego bajo el brazo. Son Danny y Walter, que tienen problemas para seguir las reglas y acabar lo que empiezan (ambas cualidades problemáticas para jugar a Jumanji). Más adelante serán quienes protagonicen Zathura, otra aventura ideada por Van Allsburg.
Los misterios del Señor Burdick
El libro consta de un prólogo escrito por Chris Van Allsburg y de catorce ilustraciones. Cada ilustración va acompañada de un título y de un pequeño epígrafe que comenta algo sobre la escena.
El caso de este álbum ilustrado es bastante peculiar. En los primeros años ochenta, el autor estaba firmando libros en Amherst, Massachusetts. Al final de la fila había un hombre que dejaba pasar a los demás para quedar el último. Resultó ser un editor de libros infantiles llamado Peter Wenders. Le habló de unas ilustraciones que poseía y que guardaban un asombroso parecido con las suyas. Van Allsburg no pudo resistir la curiosidad y le acompañó a su casa para verlas.
Allí, Wenders le contó una curiosa historia. Unos treinta años antes, en 1953, un hombre llamado Harry Burdick fue a verle. Llevaba consigo catorce ilustraciones y cada una correspondía a una historia. El editor mostró su interés por las obras y quedaron en que Burdick volvería al día siguiente con las historias completas. Pero nunca volvió.
Werden había conservado durante todo ese tiempo las ilustraciones, que iban acompañadas de un título y un epígrafe. Al ver el asombroso parecido de las ilustraciones con las de Chris, pensó que podría tener algo que ver, pero al conocerlo en persona, era imposible, era demasiado joven.
Fue entonces cuando Chris Van Allsburg se puso en contacto con su propio editor y publicaron las ilustraciones con los epígrafes. En un sincero prólogo, él explicaba cómo había surgido aquel libro.
El misterioso Harry Burdick jamás ha aparecido.
Polar Express
The Polar Express es una sentimental historia navideña sobre un niño que en vez de los cascabeles del trineo de Papá Noel, escucha el silbato de un tren. Chris Van Allsburg lo describe como una historia de alfombra voladora, no como un cuento de Navidad o de creer o no creer.
Este álbum, que escribió en 1985, nació de la idea de un tren parado en medio de un bosque. Se preguntó: ¿Qué pasaría si un niño subiera al tren? ¿Adónde iría?
Se imaginó a sí mismo, vestido con un pijama y una bata, con sus zapatillas de estar por casa pisando la nieve. Tenía la oportunidad de subir a un tren que le llevaría al lugar que él quisiera ir. Había nieve, hacía frío, por lo tanto era invierno. ¿Tal vez diciembre? Podría ser finales de diciembre, tal vez el día 24. ¿Adónde querría ir el 24 de diciembre? Al norte, tan al norte como fuera posible.
Escribía sobre sentimientos que había tenido en su infancia, así que el escenario perfecto para la historia era el que recordaba de su niñez. Incluso el protagonista viste el tipo de pijama que él usaba.
En el álbum ilustrado no se ve la casa claramente, pero cuando rodaron la película, visitaron hasta su escuela para inspirarse. Todo se basó en los escenarios reales de su infancia.
En el siguiente vídeo, puedes disfrutar de la historia narrada por Liam Neeson. Fue grabada cuando se publicó la versión conmemorativa del trigésimo aniversario.
¿Verás el Trivial con otros ojos después de Jumanji? ¿Adónde te llevaría a ti el tren parado en medio del bosque? ¿Te atreves a escribir tu propia historia inspirándote en las ilustraciones del misterioso señor Burdick? Chris Van Allsburg no solo tiene ideas, también las inspira. Ya me contarás…
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