Desde su entrada en el mundo editorial, pasando por la fuente de inspiración, a la solución de los problemas técnicos finales, los ponentes compartieron sus experiencias. ¿Que si aprendí? ¡Mucho!
Ya había asistido a las Jornadas del Álbum Infantil Ilustrado de Monolibro, en concreto a «Una persona, un libro». Allí se trataron las características del álbum ilustrado y se perfiló su historia en nuestro país.
En esta última sesión titulada «Cómo encender la chispa», se desgranó el proceso de creación. Sonia Antón condujo la mesa redonda formada por la editora de Libre Albedrío Gemma Sirvent, la ilustradora Ana Pez y el escritor y narrador oral Jose Carlos Andrés, en definitiva, el equipo que haría un álbum ilustrado.
¿Cómo entré en el mundo editorial?
Gemma Sirvent, abandonó un trabajo gris para fundar la Editorial Libre Albedrío. Por la pasión con la que habla de libros, no parece que se arrepienta.
Ana Pez se licenció en Historia. Fue rechazada para entrar en Bellas Artes, así que decidió estudiar ilustración. Le costó dos intentos entrar en Arte Diez. Su proyecto de fin de curso fue un álbum ilustrado infantil: ‘Mi hermano pequeño invisible’.
José Carlos Andrés iba para maestro, pero en su camino se cruzó el teatro y, una vez que probó las tablas, no pudo abandonarlas. Cuenta cuentos y, orgulloso de ser payaso, escribe obras de teatro para niños, cuentos, para álbumes ilustrados… Lo que le echen.
¿Cómo surge la idea?
La ficción abre las puertas de la mente, es una experiencia vital. “De niño todo es aventura”, nos dijo Gemma Sirvent.
Ana Pez nos contó que antes de elegir cuál sería su proyecto, vio ‘El circo en la niebla’, de Bruno Munari, en el que el autor juega con papel translúcido para llevarnos hasta el circo, donde se produce una explosión de color y movimiento que consigue con papeles de color y troqueles. Una vez salimos del circo, entramos de nuevo en la atmósfera irreal de la niebla.
En el caso de José Carlos, depende; no todas las historias nacen igual. Unas nacen de un personaje, otras de unir varios elementos. Por ejemplo, ‘Los miedos del Capitán Cacurcias’ nació de unir el tema del miedo y las ganas de escribir sobre un pirata.
Hay autores que hacen un resumen y luego lo desarrollan, pero como apuntó el cuentacuentos, en el caso del álbum ilustrado eso es complicado, el resumen sería más extenso que el texto en sí mismo.
¿En quién piensan mientras escriben o ilustran?
Siempre tienen en cuenta al lector. José Carlos incluso imagina su reacción en cada párrafo, insiste en que no solo al final, cada línea es importante. Tal vez haber mostrado sus obras ante un público le haya facilitado esta tarea; él sabe cuál será la reacción ante cada cosa que escribe, las emociones que producirá.
Un álbum ilustrado no demanda ilustraciones a doble página, es libre y podemos utilizar el espacio como más convenga a nuestra historia; página única, doble página o, ¿por qué no? Desplegable.
¿Es sencillo el proceso de creación?
Al final, el proceso incluye el texto, la ilustración, edición, la imprenta y, por supuesto, el librero. Habrá que saltar escollos en todas las etapas; puede que el ilustrador no entregue el trabajo a tiempo, que el escritor esté en desacuerdo con su trabajo…
El caso mas curioso fue el que contó Gemma Sirvent sobre ‘Mi hermano pequeño invisible’. En la portada especifica que va acompañado de unas gafas mágicas. Como has podido ver en el book trailer al principio de este artículo, si al leerlo te pones las gafas mágicas, las ilustraciones cambian, de hecho desaparecen las dibujadas con tinta roja. ¿Por qué? Porque las lentes de las gafas están fabricadas con papel transparente rojo.
Pero… ¿Qué pasa cuando llegan las gafas desde China y no funcionan? ¿qué pasa si las imágenes se siguen viendo a pesar de mirar a través de las gafas? A lo mejor te pones un poco nerviosa, ¿no crees? Gemma, tras muchas vueltas, se dio cuenta de que si ponía doble capa de papel rojo, las imágenes del cuento sí cambiaban, así que pudo solucionarlo.
Tiene cajas con las gafas defectuosas en casa, pero no se desaprovecha nada, hace manualidades para convertirlas en doble capa y las utiliza cuando participa en cuentacuentos y otras actividades.
¿Cómo se crea un cuento?
Sonia Antón, la conductora de la mesa redonda y editora de Ediciones Jaguar, propuso un juego para crear la estructura de un cuento.
Como protagonista eligió al Monico, mascota de las jornadas de Monolibro. ¡Por cierto!, ya que estamos desvelando el proceso de creación, te comento que Monico nació porque mientras Sonia leía un cuento a su sobrina, ésta, señalaba y nombraba a los animales que aparecían. Cuando le llegó el turno a un mono, lo llamó así.
Después se eligieron los personajes secundarios, el contexto, el punto de vista, el tono, desarrollo, psicología del personaje, lo que más le gusta, función del grupo, si es familia o no, si hay final feliz, moraleja…
Pero, ¿hace falta toda esta planificación para escribir un cuento o habría que hacer justo lo contrario? ¿Tú qué crees?
La pregunta de Leoletras
Me gustaría escribir el texto para un álbum ilustrado, pero ¿cómo lo presento ante la editorial? ¿Es necesario que sea mucho más específico de lo que sería en el libro final ya ilustrado o debo presentar el texto tal y como sería publicado?
Todos estuvieron de acuerdo en que hay que dejar libertad al ilustrador para trabajar. El texto tiene que ser lo más cercano posible a lo que querrías publicar, pero en ocasiones sí es necesario acompañarlo de alguna aclaración.
Estoy de acuerdo, por mucho que te encante leerte, las ilustraciones y el texto se complementan, así que lo que escribas será solo una parte de la historia.
¿Te han dado ganas de ponerte a leer y disfrutar de un buen álbum ilustrado? ¡Lee!
¿Que se te ha ocurrido alguna idea leyendo este post? Entonces ahora lo que toca es… ¡escribir!